Día 4 | 1.9.25 | —• Josh Zuniga •— Orlando Baptist Church, Salmo 66: 10-20

Día 4 | 1.9.25 | —• Josh Zuniga •— Orlando Baptist Church, Salmo 66: 10-20

Mientras reflexionas sobre este pasaje de las Escrituras, dedica un momento para elevar tu oración siguiendo el modelo de ACAS.
Adoración: ¿Qué en este pasaje te inspira a rendir honra?
Confesión: ¿Qué en este fragmento te invita a reconocer tu falta?
Acción de gracias: ¿Qué aspecto de este pasaje te invita a expresar gratitud?
Súplica: ¿Qué en este pasaje te invita a buscar la ayuda de Dios?

21 días de oración 🙏🏻 Un recorrido por los salmos.

10 Porque tú, oh Dios, nos pusiste a prueba, nos purificaste como se refina la plata. 11 Nos hiciste caer en una trampa, pusiste cargas sobre nuestras espaldas. 12 Hiciste que los hombres cabalgaran sobre nuestras cabezas; pasamos por el
fuego y el agua, pero tú nos llevaste a la abundancia. 13 Entraré en tu casa con holocaustos; te cumpliré mis votos 14 que prometieron mis labios y habló mi boca en mi angustia. 15 Te ofreceré ovejas cebadas en holocausto, con aroma a carnero; sacrificaré toros y machos cabríos. (Selah) 16 Vengan y escuchen, todos los que temen a Dios, y contaré lo que ha hecho por mí. 17 Clamé a él con mi boca, y hubo alabanza en mi lengua. 18 Si hubiera tenido en mi corazón malicia, el Señor no me habría escuchado. 19 Pero Dios ha escuchado; ha prestado atención a la voz de mi oración. 20 ¡Bendito sea Dios! No ha desestimado mi súplica, ni ha alejado de mí su fiel amor.

Si hay una nación que tiene razones para glorificar al Señor, esa es Israel. Reflexionen sobre lo que Dios ha realizado por ellos una y otra vez. Los liberó de la esclavitud, los condujo a través del desierto, los llevó a su tierra y les dio la victoria sobre sus enemigos para que pudieran reclamar su herencia.

Ahora, contemplemos lo que Dios les otorgó. Les brindó su ley, su santuario, sus sacerdotes y profetas, y los colmó con todo lo que requerían. Cuando desobedecieron y empezaron a seguir sus propios corazones y anhelos, los corrigió. Un comentarista menciona: “Como un artesano meticuloso, los hizo pasar por el horno y les eliminó las impurezas”.

Cuando se volvieron hacia el Señor, Él transformó sus sufrimientos en bendiciones. Dios tiene el poder de tomar nuestras pruebas y convertirlas en triunfos. El sufrimiento lleva consigo un propósito; Dios actúa a través de él de una manera extraordinaria, pero debemos apartarnos y permitir que Él lo haga. Podemos atravesar el fuego y el agua y salir fortalecidos (Isaías 43:2).

En los versículos 13-20, observamos una transición de “nosotros/nuestro” a “yo/mi”. Me fascina este cambio, ya que revela la conexión íntima y  personal que PODEMOS establecer con el Creador del universo. El salmista menciona las ofrendas que llevó al altar, ofreciendo lo mejor de sí mismo, lo que refleja su dedicación total y absoluta a Dios. Ahora, como cristianos del Nuevo Testamento, estamos llamados a ser esa ofrenda, tal como se nos instruye en Romanos 12:1-2: “presenten sus cuerpos en sacrificio vivo”. Debemos entregarle a Dios todo lo que poseemos; ÉL debe ocupar el primer lugar, como el Señor de nuestras vidas. Entonces, ¿Qué hacemos con todo esto? La respuesta es sencilla. ¡VAYAN Y CUÉNTENLO! Los versículos 16-20 nos exhortan a ir y testificar. Comparte con otros creyentes, comparte con tus vecinos o compañeros de trabajo que aún no conocen a Dios. ¡Vayan y hablen de Dios y contemplen lo que ÉL hará a través de ello!.

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